De acuerdo con cifras de Equifax, buró de crédito en Ecuador y empresa global de Big Data y Analítica, en los últimos tres años se han concedido más de 38 millones de créditos entre las casas
comerciales, cooperativas y bancos del país, tanto a personas naturales como jurídicas. Asimismo, se calcula que al menos 9 millones de personas han registrado una operación crediticia entre junio de 2019 y mayo de 2022.
El crédito es una herramienta financiera que le permite a una persona acceder a una cantidad de dinero que debe ser pagada en un plazo específico, bajo ciertas condiciones. Proveniente del latín creditum, que significa “fue confiado”; por ello, una operación crediticia se basa en el cumplimiento de la garantía de pago. Asimismo, es sinónimo de oportunidades, pues al recibir un financiamiento se pueden alcanzar metas financieras o proyectos personales cada vez mayores.
José Luis Cortez, gerente de Canales de Equifax explica que el uso adecuado de un crédito está relacionado con un mayor bienestar económico de las personas y puede ser el aliado ideal para alcanzar objetivos dependiendo de cómo se use. Identificar la capacidad de pago, tener una objetivo claro y contar con la mayor cantidad de información son tres claves que la experta brinda para un uso inteligente de este producto financiero.
Antes de adquirir una deuda nueva, lo recomendable es asegurarse de contar con los recursos suficientes para cumplir con este compromiso. ¿Cómo saber su capacidad de pago? La respuesta es sencilla: mediante el presupuesto mensual. Se debe sumar, por un lado, sus ingresos; y, por el otro, sus gastos, y restar esta última cifra de la primera, de ese resultado se destine una cantidad para el ahorro, lo recomendable es el 10%. Lo que sobra de esa operación es con lo se cuenta para una nueva deuda. “Recuerde esta cifra al momento de decidirse por un crédito y mirar la tabla de amortización, pues será la cuota que pueda cubrir con tranquilidad cada mes” explica Cortez
¿Cuál es el objetivo del crédito? Es una pregunta que debe tener una respuesta clara y precisa, pues es importante que el destino de ese dinero se visualice con honestidad, lo ideal es que el préstamo represente un beneficio; por ejemplo, si se invierte en una actividad productiva lo deseable es la obtención de un retorno; si se utiliza para adquirir un bien, puede representar mayor bienestar y la posibilidad de poseer un activo. Un crédito educativo representa crecimiento profesional. “Hay que procurar que ese dinero rinda un fruto y no diluirlo en gastos innecesarios o volverlo en efectivo del día a día” enfatiza la ejecutiva.
Antes de tomar esta responsabilidad es necesario tener toda la información que disipe las dudas y para ello es necesario preguntar todo sobre lo que se tenga dudas en la entidad financiera y/o comercial. ¿Cuáles son algunas de las preguntas que se debe plantear? La experta considera a las siguientes como las indispensables:
Finalmente, si por alguna razón se experimenta una dificultad para realizar los pagos, la especialista recomienda conversar con la entidad en la que se tomó el crédito para conocer las opciones que cada entidad brinda.